martes, 19 de febrero de 2008

Destrucción inminente e inevitable

¡Estamos perdidos! La tierra será destruida y no podemos hacer nada. No hay nada ni nadie que pueda evitarlo, todos los seres que poblamos la tierra seremos destruidos en unos minutos por un asteroide que se dirije hacia nosotros a una velocidad impresionante.
¡Es horrible! Ese monstruo gigante destruirá la ciudad en unos minutos, el gobierno no puede hacer nada pues sus armas no le hacen ni un poco de cosquillas. Todos los que aqui vivimos seremos devorados, aplastados, quemados o pulverizados, este es el fin.
¡Moriremos todos! El gobierno enemigo acaba de lanzar una bomba nuclear que estallará en cuestión de minutos. No vale la pena huir, por mas lejos que vayas en auto o en avión morirás. Lo unico que podemos hacer es sentarnos y sentir como nos empezamos a desintegrar. Asi es como acaba todo.
Pero es en ese momento, cuando toda la gente sabe que morirá, que no se puede hacer nada mas que sentarse y ver la muerte llegar, cuando no hay esperanza, cuando el fin ha llegado, es en ese instante cuando llega un héroe. Nadie sabe quien es, nunca se había visto antes. Ni siquiera saben que es un héroe, porque para empezar los héroes tienen disfraz y solo existen en las películas y los comics.
¡Allá va! Ahora es tan solo un punto en el cielo. Es un proyectil humano que se dirije a toda velocidad contra ese asteroide que amenaza con destruir nuestra querida tierra. ¿Cómo es que puede volar? ¿Cómo se llama? ¿Tendrá facebook? Millones de preguntas estúpidas se le ocurre a la población de la tierra cuando lo importante es ¿Por qué lo hace? El sabe que morirá al impactarse con el asteroide, sabe que apesar de su superfuerza se desintegrará con el asteroide. ¿Por qué morir por todas esas personas que ni siquiera saben quien es? ¿Por qué salvar a todas esas personas que al caminar por centro ni siquiera voltearon a verlo, todos aquellos que lo empujaron por tratar de agarrar un buen lugar en el metro, todos los que lo ignoraron cuando mas necesitaba atención?
¡Es increíble! Es un hombre que corre hacia el monstruo gigante con tal determinación como la de aquel que sabe que tiene oportunidad contra su adversario enorme e indestructible. ¿Además, cómo piensa destruirlo si es una persona cualquiera con una guitarra? Nadie sabe que el conoce el punto débil del monstruo, que el puede matarlo pero que eso le costará la vida. Solo tiene una oportunidad para hacerlo y, ahí va, como quien corre por ultima vez en su vida, como quien ve el atardecer de un sol que no volverá a salir. Va corriendo dejando atrás a su familia, sus amigos, y todos sus recuerdos. Aprieta fuerte el estuche de su guitarra, ese instrumento que lo ha acompañado toda su vida y es ahora lo único que tiene consigo. Dará su vida y a la vez dará al mundo una segunda oportunidad.
¡El fin! La ciudad entera mira al cielo con calma, esperando el momento en que la bomba caiga y destruya toda la ciudad. Pero de repente el cielo se iluminas con una luz cegadora que hace que todos cierren los ojos y bajen la mirada, seguida por una onda de calor muy intensa. ¿Que ha pasado? ¿Por que seguimos vivos? Se preguntan todos. La bomba explotó en el cielo mucho muy lejos de donde debia hacerlo. ¿Cómo y por qué? La genta nunca sabrá quien fue ni porque lo hizo, ni siquiera sabran que fue él quien lo hizo. Ni siquiera notarán su ausencia pues nunca notaron su presencia. Mañana será otro dia, y todo será igual que ayer.

Y asi fue como salvé al mundo por tercera vez de una destrucción inminente e inevitable.